Jaume Ponsarnau terminó “encantado” por la victoria de ayer miércoles y por la mentalidad exhibida por sus jugadores en un partido que aparecía como decisivo en este tramo final de la temporada y que llegó tras una derrota en Sevilla que volvió a poner a prueba su fortaleza mental. “No sé si va a ser importante el average, pero tal como se ha puesto el partido era bonito lucharlo y junto a Miribilla lo hemos conseguido”, se felicitó el técnico del Bilbao Basket.

Ponsarnau apuntó que su equipo quería “hacer la cancha lo más grande posible” ante un rival con una defensa muy firme y su equipo supo interpretar lo que requería el partido. Salvo unos minutos “sin sentido” en el inicio del último cuarto “en el que se han juntado el vértigo y la falta de energía”. El entrenador catalán valoró el notable rendimiento de sus jugadores altos en parejas inhabituales, como la Kyser-Tsalmpouris, “que se han hecho grandes en la zona”. “He felicitado a Gio porque ha estado preparado para jugar, pese a que ha cambiado su rol y nos ha ayudado mucho”, destacó.

Ahora, llega el domingo el duelo ante el UCAMMurcia, en el que “vamos a por todas porque sabemos que tenemos el objetivo cerca. Vamos a seguir picando esa piedra que nos encontramos fuera de casa y a ver si algún día logramos romperla”, añadió Ponsarnau.

Mrsic, resignado

Veljko Mrsic fue muy bien recibido, igual que Scott Bamforth, en Miribilla, lo que agradeció, aunque reconoció que “no tenía muchos sentimientos porque hace mucho tiempo ya que estuve en Bilbao. Ahora estoy centrado en el Breogán”. El técnico croata felicitó a su exequipo ya que “ha sido muy merecido ganador, fueron mejores desde el principio”. “Nosotros hemos jugado a rachas. En el tercer cuarto, nos desconectamos del partido y, al final, nos ha faltado acierto cuando nos hemos puesto a ocho puntos. Hemos fallado muchos tiros libres, pero no queremos poner excusas”, resumió.