La mayor sorpresa de ayer miércoles en Miribilla fue ver a Andrew Goudelock como uno más. La MiniMamba está en pleno proceso de rehabilitación de la rotura del tendón rotuliano por la que fue intervenido por el doctor Mikel Sánchez a principios de septiembre. Pese a que su rodilla izquierda presentaba una visible hinchazón y se movía con una cojera evidente, al jugador de Georgia se le notaban las ganas de agarrar un balón, de tenerlo entre sus manos, eso que no va a poder hacer en un tiempo, mientras recibía el consuelo de los allí presentes. Incluso aceptó hacerse fotos con Adam Smith, el hombre que viene a sustituirle y, en cierta manera, hacer que la afición bilbaina olvide al jugador que tanto les hizo disfrutar la temporada pasada.

“Voy poco a poco mejor día a día y quiero ser positivo”, explicaba Goudelock a quien le preguntaba por su proceso de recuperación y, sobre todo, por cuándo volverá a las canchas. Normalmente, el jugador tiende a dar respuestas prudentes o evasivas, pero él ha pasado por estos procesos antes y pretende volver a la pista en un par de meses y, si todo va bien, estar ya disponible para el mes de marzo, justo después del segundo parón de la Copa y las ventanas FIBA que le puede venir bien para afinar la puesta a punto. Mientras tanto, Andrew Goudelock sabe que va a estar muy arropado por sus compañeros y los responsables médicos y físicos, que esperan verle a menudo en Miribilla para que el tiempo de recuperación, que va a desarrollar en Bilbao, sea más llevadero. Lo mismo espera Tomeu Rigo, también intervenido de su rotura de la plastia del ligamento cruzado, que ayer no estuvo en la foto oficial. Tampoco Agustín Ubal, al que una enfermedad tendrá fuera un tiempo indeterminado. Y es que el Bilbao Basket espera haber cubierto ya el cupo de desgracias de la temporada sin ni siquiera haber empezado.