Bilbao Basket 87

Baskonia 91

SURNE BILBAO BASKET: Withey (11), Smith (15), Radicevic (0), Andersson (18), Rabaseda (4) -cinco inicial- Betolaza (0), Reyes (6), Alonso (12), Ubal (3), Sulejmanovic (7), Kyser (9), Rosa (0).

CAZOO BASKONIA: Raieste (3), Thompson (4), Enoch (11), Giedraitis (13), Hommes (18) -cinco inicial- Sedekerskis (8), Marinkovic (9), Kotsar (12), Costello (13), Milaknis (0), Kurucs (0).

Parciales: 24-12, 39-39 (descanso), 67-73, 87-91.

Árbitros: García González, Manuel y Sánchez Mohedas.

Incidencias: Lleno en el Polideportivo Urreta de Galdakao.

El Cazoo Baskonia arrebató la Euskal Kopa al Surne Bilbao Basket en un partido de alternativas y que acabó en un final igualado y emocionante en el que la moneda no cayó del lado de los vizcainos. Pero, al final, el partido sirvió para que el equipo de Jaume Ponsarnau demostrara sus capacidades hasta ahora ocultas por la sucesión de infortunios, mostrara un imagen de conjunto más positiva que en amistoso anteriores y se eliminaran las malas sensaciones que habían dejado los últimos compromisos. Aún queda camino por recorrer, pero ya parece menos que hace unos días cuando un nube de pesimismo había rodeado a los hombres de negro.

La ilusión acompañó el inicio del derbi porque el Bilbao Basket, sin Ludde Hakanson por sus problemas en el cuello y con Nikola Radicevic de vuelta después de un mes, empezó el partido muy intenso y con Adam Smith muy activo hasta anotar los siete primeros puntos del equipo. La defensa de los hombres de negro recuperaba balones y el equipo se sentía a gusto corriendo. Así llegaron dos triples seguidos de Alex Reyes y luego otro de Sulejmanovic para llevar la diferencia de los de Jaume Ponsarnau hasta los doce puntos en el primer cuarto.

Evidentemente, la diferencia no podía ser esa y el Baskonia elevó el listón físico del partido. Los árbitros permitieron muchos contactos en el arranque del segundo cuarto y en ese contexto el Bilbao Basket está sufriendo en la pretemporada. No solo en ataque, donde muchas posesiones murieron en un choque de cuerpos. La defensa vizcaina lo pasó mal ante un quinteto muy grande de los gasteiztarras, que encontró algunos rebotes ofensivos y tiros liberados de Daulton Hommes para anotar un parcial de 7-27 que impuso en cierta manera la lógica hasta un 31-39. Los de Jaume Ponsarnau se repusieron y lograron igualar antes del descanso para mantener la Euskal Kopa viva y demostrar que esa debilidad solo había sido pasajera.

Intercambio de triples

Lo mejor del partido llegó en el tercer cuarto cuando el público que llenó Urreta asistió a un festival de triples. Por el Bilbao Basket, destacó Denzel Andersson con doce puntos en apenas cuatro minutos que permitieron a los hombres de negro tomar otra ventaja de siete puntos (55-48). El sueco, un jugador sobre el que había escasas expectativas, agradó al aficionado de la marea negra y demostró que tiene más virtudes que solo el tiro y que no elude las responsabilidad.

Pero el Baskonia tenía más dinamita, más manos dispuestas a romper una defensa que asumía riesgos al dejar descubiertas las esquinas. De nuevo Hommes, pero también Giedriatis, Raieste, Marinkovic y Costello se apuntaron a un tiroteo en el que cayeron once triples entre los dos equipos en esos diez minutos. El problema para el Bilbao Basket fue que, en un ritmo de juego alto, perdió algunos balones en primera linea ante la agresiva defensa baskonista que abrieron el campo y le condenaron a un parcial de 0-18 y a una desventaja de trece puntos (67-80) que parecía definitiva a 7.28 del final.

Sin embargo, si algo ha demostrado el Surne Bilbao Basket en esta pretemporada de sustos continuos es que es capaz de sobreponerse a las adversidades y de engancharse a los partidos con lo que tenga. El Baskonia aún mandaba por nueve puntos (75-84) a 3.57 del final y pareció haber dejado el asunto resuelto tras unos minutos de absoluto protagonismo de Steven Enoch, que Jeff Withey pudo igualar al menos en la otra canasta. Los jugadores de Ponsarnau subieron lineas defensivas y fueron capaces de recuperar algunos balones para ir directos al aro y llegar a un final igualado que enardeció a la grada. Incluso Francis Alonso tuvo un triple para adelantar a los suyos en el minuto final y en la última jugada, el intento de triple ganador de Andersson fue taponado por Costello que luego cerró el partido con dos tiros libres para devolver al Baskonia una Euskal Kopa que estuvo mas igualada de lo esperado.