¿Qué nota le pondría a la temporada del equipo?

—A principio de temporada todos habríamos firmado quedar novenos. ¡Y empezando 0-5 imagínate! Haber luchado hasta el final por el play-off y quedarte a las puertas te sabe mal porque habría sido la guinda perfecta, pero la nota tiene que ser positiva por el trabajo bien hecho sabiendo la gran dificultad que tiene la ACB como se demuestra al ver los dos equipos que han bajado.

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¿Se puede achacar a algo la derrota final ante el Betis?

—No, no. Es que no hay nada que achacar. A eso yo le llamo deporte. Hay que jugar todos los partidos para ganar o perder. El Betis venía con una gran racha, sin presión tras salvarse la jornada anterior y reforzados con cuatro jugadores de muy buen nivel, nosotros luchamos y al final nos quedamos en la orilla. Tuvimos una bandeja para ganar y fallamos muchos tiros libres, pero el equipo tuvo deseo hasta el final. Otra cosa es que hubiese notado que no nos habíamos dejado el alma, pero nos dejamos la piel en ese duelo. No puedo reprocharles nada.

¿Cuanto de satisfecho está con el rendimiento que ha conseguido alcanzar este equipo?

—Uno de los trabajos del entrenador es crear un equipo, luego es hacer equipo y posteriormente hacer que funcione al máximo rendimiento que crees que puede alcanzar, o incluso por encima. Honestamente, al empezar el curso preguntabas los equipos que iban a descender y el 90% pensaba en nosotros y al final hemos estado a las puertas del play-off. Hemos hecho las cosas bien. Realmente, hemos llegado a lo máximo que el equipo podía dar.

Tras hacer los deberes de la permanencia, el equipo en ningún momento se ha dejado ir. ¿Mérito de los técnicos, del vestuario...?

—Después de salvarnos, los periodistas me preguntabais siempre: ¿Y ahora qué? Estábamos lejos del play-off, ya tranquilos... y el equipo volvió a tener otra racha positiva ganando a Valencia, Real Madrid y Murcia para volver a engancharse a otra pelea: la del octavo puesto. No dejarse ir tiene un mérito enorme, es algo que pocos equipos son capaces de hacer. Este ha sido un equipo muy peleón toda la temporada.

Hace un año Burgos y Andorra eran dos de los proyectos más envidiables de la ACB y acaban de bajar a LEB. ¿Eso da más mérito a este Bilbao Basket por no haber estado ni siquiera en esa pelea?

—Lo que da mérito no es la identidad de quienes bajan, sino que el trabajo realizado ha funcionado. En pretemporada tocó crear un nuevo grupo de jugadores porque nosotros cada verano estamos obligados a renovarnos y a realizar apuestas. Luego siempre hay piezas que funcionan o no, lesiones... Hay que pensar en lo bueno que hemos hecho nosotros. Hemos sido competitivos, hemos tenido dos rachas muy buenas y, además, el equipo ha jugado muy bien a baloncesto dentro de nuestro nivel. No hemos sufrido por el descenso cuando económicamente estábamos llamados a ello y acabamos a un paso del play-off.

En el vestuario, al menos de puerta hacia afuera, ni se volvieron locos con el 0-5 de inicio ni luego sacaron los pies del tiesto con las dos grandes rachas de victorias. ¿Es vital esa estabilidad?

—Ni perdiendo nos hemos hundido ni con las victorias nos hemos venido arriba. Hemos sido capaces de trabajar en nuestras cosas por encima de los resultados. Nosotros no podemos ser resultadistas. Si lo eres siendo un equipo de presupuesto bajo, normalmente vas a perder más que ganar. Si cada partido perdido te hace daño, vas a tener un problema grave. Pero si eres capaz de gestionarlo y te centras en el trabajo diario y en la mejora, consigues un equipo con carácter competitivo.

De sus cuatro campañas como técnico, ¿ha sido esta la que menos dolores de cabeza ha tenido?

—Quizás sí, pero también la que más exigente he sido porque veía que podíamos dar más, no quería conformarme con salvarnos. Nos dijimos que si nos dejaban una puerta abierta para ir a Europa o al play-off había que ir a por ella. Pero claro que es más tranquilo jugar por el play-off que por el descenso, de eso no hay duda. l

“No dejarse ir tras lograr la salvación tiene un mérito enorme, hemos sido todo el año un equipo muy peleón”

“Hemos llegado, realmente, al máximo rendimiento que este equipo podía dar”