Vanesa Gimbert, retirada del fútbol al final de esta temporada con 42 años, se despidió en Lezama emocionada en una rueda de prensa al efecto y agradecida tanto al fútbol, en cuya élite ha permanecido 23 años que se le "han hecho cortos", como al Athletic, donde ha jugado los últimos "nueve años maravillosos". Vanesa (Bergara 1980) arrancó su comparecencia muy emocionada y teniendo que secarse las lágrimas en varias ocasiones al leer un texto en el mostró diferentes agradecimientos a gente importante en su carrera y de su entorno afectivo.

Posteriormente, y a preguntas de los periodistas, aseguró ser "muy afortunada de haber estado defendido esta camiseta" en un club "diferente, especial y único". De ese tiempo, recordó sobre todo "el año de la liga", cuando el Athletic se proclamó campeón en el curso 2015-2016. "Estuvimos muchas jornadas que no podíamos fallar", dijo, asegurando que nunca olvidará "aquel 7 de junio de 2016 recorriendo las calles de Bilbao" en la celebración del campeonato.

Vanesa aseguró que cuando empezó "no imaginaba ni siquiera que pudiese ser futbolista", y cree que, aunque "ha mejorado pero muy lentamente, a todos nos hubiese gustado que fuera más rápido" el avance femenino en el fútbol. Del final, asume que "con muchas molestias en los tendones" desde el principio, ya se fue haciendo a la idea de que ésta era la temporada de dejarlo. Y aseguró que se queda "con la espinita" de no haber logrado "un título" cuando estuvo en el Sevilla en "un grupo que se lo merecía" y que "se quedó a un gol" de conquistarlo.