EL Bilbao Athletic se libera. Un vía crucis que se ha extendido durante 112 días. El paso del tiempo puede llegar a borrar algunos recuerdos y en el entorno del filial rojiblanco había quien ni se acordaba de la última victoria. No es de extrañar. Aquel momento se remontaba a la séptima jornada de liga, cuando los entonces dirigidos por Bingen Arostegi tumbaron en Lezama al Intercity gracias al solitario tanto de Mikel Goñi, que paradójicamente también vio puerta el domingo en el trascendental duelo frente a la Unión Deportiva Logroñés, uno de sus rivales directos. El primer triunfo de la era Álex Pallarés, que ha tenido que esperar nueve encuentros para saborearlo, se ve acompañado por los tropezones que han firmado los conjuntos que están en su guerra, como son los casos del Intercity, Sabadell, La Nucía, Atlético Baleares y Real Unión, ya que ninguno logró la victoria. Miel sobre hojuelas. Con todo, se trata solo de un pasito el que han dado los cachorros, que continúan situados en la penúltima posición del grupo II de Primera RFEF, ya la referencia de la permanencia dista a nueve puntos, que es un mundo.

Pallarés respira

Los malos resultados que cosechaba desde que cogiera las riendas del Bilbao Athletic le señalaban, como también lo hacía en el caso de Sergio Navarro, el director de Lezama y que había apostado personalmente por el técnico barcelonés, con el que coincidió en su experiencia en el Villarreal. Pallarés, así y todo, contaba con la confianza de sus jefes, que, como adelantó DEIA, le habían ampliado el margen a tenor de que, según esas fuentes, se detectaban brotes verdes pese a las derrotas que se ratificaron con el triunfo sobre la UD Logroñés, con el que reduce la diferencia a cuatro puntos y al que le gana el average particular, que es un matiz a tener en cuenta. Sea como fuere, el filial rojiblanco se reencontró consigo mismo el domingo, un éxito que, a juicio de su entrenador, “puede que sea un punto de inflexión para mejorar en lo individual y en lo colectivo”. Como referencia, los cachorros lograron hacer tres goles, que es un dato interesante para un equipo que es el segundo menos goleador del grupo, y no recibió ninguno, otro registro reconciliador para un colectivo que es el más goleado del grupo II.

El triunfo sobre el conjunto riojano, que encadena catorce partidos sin ganar, ha supuesto un subidón que ya es historia, porque la luz roja continúa encendida en un Bilbao Athletic que el próximo fin de semana afronta una exigente cita en el feudo del Nástic del exrojiblanco Guillermo Fernández, un conjunto que aspira a entrar en el play-off de ascenso. Pallarés, en este sentido, huye de toda euforia y se queda con su propia lectura: “Todas las semanas hacemos autocrítica, hacer análisis lo más objetivo posible de lo que pasa en el partido sin ir puramente al resultado. Muchos de los chavales jugaban el curso pasado en Tercera RFEF y suben dos categorías, adaptándose a un ritmo más alto, a una competición en la que un error te penaliza más”.

NAVEIRA ¿AL ISTRA? 

Por su parte, el mercado invernal, que esta medianoche baja la persiana, no ha dicho la última palabra para el Bilbao Athletic, que, como se conoce, se ha reforzado en el mismo con cuatro nuevos jugadores –Quicala Bari (Portugalete), Asier Pérez (Mutilvera), Urko Izeta (Amorebieta) e Iñigo López (Arenas)–. En este caso, se trataría de la salida del filial rojiblanco del centrocampista Unai Naveira (Sestao, 30 de abril de 2001), que podría tener cerrado un acuerdo con el Istra, equipo de la máxima categoría croata. Naveira, que recaló en Lezama en edad alevín, ha participado este curso en quince partidos, con un recorrido cercano a los mil minutos, aunque el domingo no llegó a comparecer ante la UD Logroñés.