Lo sucedido en la última acción del partido, un saque de banda que Oier Zarraga no se atrevió a efectuar por querer esperar a que lo hiciera Óscar de Marcos y que acabó con el colegiado señalando el final del encuentro, fue el perfecto resumen del desastre generalizado del Athletic en Balaídos. Un auténtico despropósito, achacable a la falta de intensidad y que para nada reflejó las urgencias con las que, en teoría, afrontaba el encuentro ante el Celta el conjunto rojiblanco. No es una frase hecha, pues en la previa del mismo fue el propio Ernesto Valverde quien empleó esas palabras. Los resultados de los últimos encuentros ligueros, lo de la Copa es un capítulo aparte, como viene siendo habitual en las últimas temporadas, invitaban a pensar que, en efecto, al Athletic le urgía sumar en su visita a Vigo. Claro que su desempeño sobre el verde le alejó de cualquier posibilidad de puntuar. Y la dinámica, por mucho que el técnico quiera separar cada partido como un único ente, es preocupante.

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El Celta - Athletic, en imágenes EFE | Athletic Club

Al Athletic le faltó de todo en Balaídos. Pero especialmente capacidad para generar fútbol con el que incomodar a la defensa del Celta, que dejó algunas dudas, especialmente en la primera mitad. Los leones se limitaron a intentar crear peligro a través de la presión, pero esta únicamente le funcionó en algunos tramos de la primera mitad. Cuando no estuvo tan fino, especialmente en la segunda mitad, sufrió para frenar a los locales.

La primera mitad, al menos, dejó alguna jugada destacada que pudo acabar en gol, como el remate de Alex Berenguer que repelió el palo tras una sensacional acción colectiva, o un mal remate con la zurda de Nico Williams después de una muy buena asistencia de Yuri Berchiche. Esa fue toda la producción ofensiva del Athletic, pura impotencia tras la reanudación. Un quiero y no puedo. Otro más. Las alarmas, que curiosamente se activaron en Balaídos mientras comparecía Valverde, deben encenderse en Ibaigane. El rock&roll prometido en campaña es en numerosas ocasiones una balada de ritmo muy lento y Europa se va alejando poco a poco.

La derrota de ayer domingo ante un Celta que llegó al encuentro ocupando puestos de descenso debe ir acompañada de un severo toque de atención. Que el buen hacer en Copa no tape las miserias ligueras de un equipo que llegó al Mundial cuarto, en puestos de Champions, y que cinco jornadas después, una vez reanudada la competición, ha descendido hasta la octava posición a la espera de lo que haga esta noche el Rayo Vallecano, que con un punto superará al conjunto rojiblanco. Los leones encadenaron ante el Celta su tercera derrota consecutiva –algo que no sucedía en liga desde los tres últimos encuentros de la temporada 2020-21–, tras las sumadas en las dos jornadas previas frente a la Real Sociedad y el Real Madrid; y su balance tras la cita de Catar es muy preocupante: dos puntos sobre los quince repartidos, fruto de sendos empates a cero (Betis y Osasuna), con solo un gol a favor y seis en contra.

Así las cosas, las posiciones europeas se van alejando poco a poco del alcance del Athletic, que ve ya la cuarta posición a ocho puntos de distancia y la quinta y sexta a cinco, si bien el Betis, que ocupa el cuarto puesto, tiene un partido pendiente por disputar tras el aplazamiento de su enfrentamiento con el Barcelona debido a la celebración de la Supercopa. El pobre bagaje de dos puntos sobre los quince últimos que se han puesto en juego no debe de ser la única preocupación en torno al conjunto rojiblanco, pues únicamente ha ganado dos de los últimos doce partidos de liga.

Peor que el curso pasado

La cita de ayer domingo en Balaídos puso el broche a la primera vuelta liguera, competición que el Athletic encaró con alegría, gracias en buena medida a las bondades del calendario, pero que en las últimas semanas se está convirtiendo en una especie de tormento. A estas alturas, las dudas sobre la capacidad del equipo por cumplir con el objetivo de clasificarse a Europa son totalmente lógicas. Tiempo hay de sobra para revertir la situación, pero el paso al frente debe ser inmediato. De hecho, la primera vuelta del Athletic de esta temporada numéricamente es peor que la de la pasada campaña a las órdenes de Marcelino García Toral. Cierto es que en los primeros 19 partidos de liga los leones sumaron 24 puntos por los 26 actuales, pero fue debido a que el choque de la segunda vuelta frente al Real Madrid se adelantó en el calendario. Teniendo en cuanta los 19 partidos ante rivales distintos, el Athletic sumó 27, uno más que ahora.

La cifra

100

Oihan Sancet, suplente en los dos últimos partidos disputados por el Athletic, frente al Valencia y el Celta, salió ayer desde el banquillo en Balaídos para convertirse en centenario. El navarro, que debutó como león en agosto de 2019, ha participado ya en cien partidos con el Athletic: 87 de liga, 11 de Copa y 2 de Supercopa.