Un centrocampista formado durante toda una década en las categorías inferiores del Athletic estará de vuelta este viernes en San Mamés, donde Iñigo Eguaras (Antsoain, 7-III-1992) pisará un césped en el que siempre soñó ejercer como león. Fuera de la disciplina rojiblanca desde que completara su tercera y última temporada con el Bilbao Athletic en 2014, Sabadell (2014-15), Mirandés (2015-17) y Zaragoza (2017-22) han sido sus paradas previas a un fructífero desembarco en el Almería, donde logró el pasado curso un ascenso que le habilita para medirse el viernes al Athletic por primera vez en su carrera. “Se me hará raro, porque antes iba a animar al equipo a San Mamés y ahora nos vamos a enfrentar”, lanza el navarro.

Ocho años después regresa a Bilbao como visitante. Partido especial para usted.

Sí, muy especial por volver a la que ha sido mi casa y poder reencontrarme con mucha gente conocida después de tantos años.

¿Qué recuerdo guarda de su paso por Lezama?

Maravilloso. Siempre he dicho que en el Athletic se trabaja muy bien la cantera. El cuidado al jugador es espectacular. Tenías el apoyo de la gente en cualquier momento, cuando las cosas te iban mal siempre había alguien para darte la mano y lo cierto es que pasé diez años maravillosos.

“Siempre he dicho que en el Athletic se trabaja muy bien la cantera; el cuidado al jugador es espectacular”

Llegó a ser uno de los centrocampistas más prometedores de su generación, pero no logró debutar con el primer equipo.

Es la espinita que tengo clavada. Después de estar tres años en el filial me quedó la sensación de que algo me faltó para que no me dieran la oportunidad en el primer equipo. Después, no obstante, he desarrollado mi carrera lejos de Lezama y estoy muy contento.

Reconoce que le quedó la sensación de que algo le faltó para poder dar el último salto en el Athletic. ¿Qué fue?

No sé, pero no soy un jugador de esos que gustan por comerse el campo, estar continuamente presionando y no dar ningún balón por perdido. En Bilbao, quieras o no, si eso no lo tienes cuesta y yo soy más de tener el balón, cuidarlo y estar todo el rato rodeado de gente que lo pueda querer también. En aquella época, además, el primer equipo del Athletic tenía una grandísima plantilla, muy joven, y eso también me dificultó dar el salto. 

Salió del club aun así tras enlazar tres temporadas jugando mucho en el Bilbao Athletic. ¿Considera que en cierta medida se fue injusto con usted al no concederle al menos una oportunidad?

No, para nada. De hecho, había mucha gente en el equipo que creía que tenía mucho más nivel que yo. Recuerdo casos como los de Morán, Eraso, Álvaro Peña o Aketxe. Jugaba con ellos y me llamaba la atención que no estuvieran en el primer equipo, aunque mirabas lo que había arriba y ya veías más normal que no nos dieran la oportunidad.

¿La salida de Bilbao fue el momento más duro de su carrera?

Fue duro, desde luego. Dejas toda una vida atrás y tienes que salir a tener una nueva aventura. A mi familia también se le hizo duro, pero tomé la decisión de marchar y hasta el día de hoy.

“Me quedó la sensación de que algo me faltó para que no me dieran la oportunidad en el primer equipo”

Logró, al menos, dar el salto a LaLiga SmartBank al recalar en el Sabadell. ¿Fue un punto de inflexión pasar al fútbol profesional?

Sí, porque llevaba tres años en el Bilbao Athletic y en la última temporada quizás no tenía ya la misma motivación que en las dos primeras. Cuando ves que te estancas o que no puedes dar más en una categoría te fijas nuevas metas y a mí me salió aquella oportunidad de jugar en Segunda División. 

¿Le costó adaptarse a lo que se encontró lejos de Lezama?

Sí. Cuando estás fuera valoras mucho más lo que tenías en casa. Por instalaciones, trato, cuidado al jugador…el englobe es total. Te das cuenta de que lo que tenías en Bilbao es distinto al resto de equipos.

Pasó por el Mirandés y a su llegada al Zaragoza tuvo que hacer frente a una tremenda exigencia externa, pero respondió bien. Se convirtió en uno de los capitanes.

Sabía dónde me metía desde el principio. Es un histórico en el que es cierto que hay mucha presión, pero es porque se trata de un club grande que merece estar en Primera División.

El pasado enero cambió el Zaragoza por el Almería, que marchaba líder en LaLiga SmartBank, y meses después consiguió el ascenso a Primera. ¿Un sueño cumplido?

La verdad es que sí. Desde pequeño he querido jugar en Primera División. Mi meta era esa, trabajaba para ello y cuando me surgió la posibilidad de venir al Almería no me lo pensé.

En su debut en Primera ha sido titular en los tres primeros partidos de LaLiga, pero un contratiempo físico le apartó del once inicial y en la jornada previa al parón no tuvo minutos. ¿Confía en volver a ser de la partida en San Mamés?

Bueno, no lo sé. Esta plantilla ofrece muchas alternativas. Somos un equipo muy joven, con mucha hambre y el entrenador tiene muchas opciones a la hora de hacer el once, aunque a mí me haría especial ilusión salir de inicio en San Mamés o tener minutos. Si no es así, a vivir el ambiente, el momento y a seguir peleando.

¿Qué sentirá cuando pise el césped?

Será la segunda vez que lo haga después de venir a jugar con el Mirandés contra el Bilbao Athletic en Segunda, pero esta vez será muy distinto. Entonces no estaba el campo acabado y ahora habrá más de 40.000 personas, además de una grada de animación que es un punto que pesa al equipo contrario. En ese sentido se me hará raro, porque yo he ido a animar al Athletic a San Mamés y ahora nos vamos a enfrentar.

“Va a ser un partido muy complicado; el Athletic ha empezado con una chispa brutal y está siendo fiable”

Se miden, además, a un Athletic en puestos Champions y con los hermanos Williams de moda a nivel internacional.

Va a ser un partido muy complicado. El Athletic ha empezado con una chispa brutal y está siendo un equipo fiable. También se ve que del año pasado a este tienen mucha más llegada ofensiva y las transiciones las hacen muy rápidas. Tienen, además, gente que llega muy bien desde segunda línea y que ve muy bien los espacios para meter balones a los Williams y a Berenguer. Están haciendo muchos goles y nosotros intentaremos mantenernos vivos en el partido y aprovechar las ocasiones de gol que tengamos.

¿Ve al Athletic candidato a la Europa League o incluso a algo más?

Eso lo irá marcando el transcurso de la temporada, pero es un equipo fiable. Hay otros como Villarreal, Valencia, Sevilla o Real Sociedad que estarán por ahí peleando también, por lo que habrá una pelea bonita por entrar en Europa y, por qué no, en la Champions League.

Ustedes buscarán la permanencia…sin Sadiq. Su venta les condiciona la temporada.

Es verdad que desde que se fue nos está costando. Era nuestro referente y el que nos garantizaba los goles, pero las incorporaciones que hemos hecho nos van a dar mucho también. Ahora venimos de tres derrotas consecutivas y queremos que llegue este partido en San Mamés para intentar sacar algo positivo.

En cuanto a usted, ¿se verá un Eguaras con las mismas bases futbolísticas de su etapa en Lezama o un jugador distinto?

Creo que he mejorado en muchas cosas, pero mantengo las bases de cuando jugaba en el Athletic. Si he llegado hasta aquí es por ser yo mismo, querer ser protagonista con el balón y tomar riesgos a la hora de tener la pelota como a mí me gusta.

Muniain, un amigo de la infancia

El partido del viernes en San Mamés no solo será especial para Iñigo Eguaras por medirse al Athletic. También por tener enfrente a Iker Muniain, un amigo de la infancia con el que llegó de la mano a Lezama en 2004 procedente de la Txantrea para crecer juntos hasta que los caminos de ambos se separaron. “Jugué con él desde los cuatro años y pude ver todo su crecimiento y evolución. Sabía que iba a llegar donde ha llegado, porque las condiciones que tenía eran diferentes a las del resto”, señala a DEIA el actual centrocampista del Almería, quien recuerda que “llegamos juntos a Bilbao y vivimos juntos el paso por las categorías inferiores del Athletic hasta que él dio el salto”.

“Fuera de los terrenos de juego somos del mismo grupo de amigos y nos vemos cada vez que podemos. Cuando Iker va a Iruñea o en vacaciones solemos pasar días juntos”, relata asimismo Eguaras, quien admite que medirse por primera vez a su amigo de la infancia “va a ser muy especial, porque será además en San Mamés”. “Después de todo lo que hemos vivido juntos, que en este momento nos llegue la ocasión de estar ambos en Primera División es para recordar”, agrega el de Antsoain, quien destaca y pone en valor la figura de Muniain, una leyenda del Athletic “no solo por sus números, sino por lo que representa siendo canterano, llegar al primer equipo desde infantiles y estar año tras año dando el nivel y ejemplo ahora como capitán. Estoy fuera y no estoy muy metido en cuanto a opiniones, pero a una persona como Iker hay que valorarla y admirarla”.