Una mujer de 43 años, María Pilar Berrio Jiménez, vecina de Murchante y originaria de Vitoria, fue asesinada ayer supuestamente por su cuñado, un vecino de Zumarraga (Gipuzkoa) de 41 años, Pedro María Ruiz Jiménez, que se dio a la fuga tras el crimen y que al cierre de esta edición se mantenía en busca y captura. La Policía Foral, encargada de la investigación, emitió una orden de detención europea, aplicable en todo el territorio Schengnen.

La mujer, originaria de Gasteiz, fue acuchillada sobre las 10.24 horas en el interior de su turismo, a la altura del kilómetro 4,6 de la carretera NA-6840, en las proximidades del campo de fútbol de la localidad murchantina. Al parecer, su agresor la echó de la carretera tras golpearle con su turismo y la obligó a detenerse fuera de la calzada.

En esa situación, el autor del crimen se bajó de su vehículo y se acercó a la víctima, a la que hirió fatalmente con un arma blanca en el cuello. El crimen fue perpetrado en presencia de los dos hijos menores de edad de la víctima, de 5 y 9 años, que viajaban con ella en un coche Opel Vectra. Seguidamente el hombre se subió en su turismo y se dio a la fuga.

Un vecino de la zona que se encontraba en un huerto cercano escuchó los gritos e inmediatamente telefoneó al 112, que comunicó el aviso a la Policía Foral. Igualmente, tuvo conocimiento de lo sucedido el alguacil de Murchante, que se personó en el lugar.

Al mismo tiempo llegaron hasta el turismo de la mujer asesinada patrullas de Seguridad Vial de la comisaría de Tudela, que comprobaron la gravedad de los hechos. Los cuerpos policiales desplegaron controles en las carreteras de la zona, especialmente en la A-68 y en la A-15, al sospechar que el homicida habría podido dirigirse hacia Zumarraga, localidad en la que figuraba su domicilio.

Inicialmente se sospechó que el hombre podía conducir su turismo, un Seat León de color negro, pero conforme avanzó la jornada los cuerpos policiales manejaban la información de que la huida podría haberse producido en un coche modelo Peugeot.INCIDENTES PREVIOS

Aunque todas las hipótesis se mantienen abiertas sobre el móvil del crimen, fuentes cercanas al caso indicaron que la mujer había tenido que recurrir en varias ocasiones a la presencia policial por incidentes con su supuesto homicida, si bien no constarían denuncias. Asimismo, a mediados de junio el hombre protagonizó un altercado en Monteagudo, donde reside la madre de la víctima, a la que agredió. También golpeó a su pareja, a la que intentó atropellar.

Agentes de la Policía Científica y de la Policía Judicial de Policía Foral se desplazaron hasta el lugar del crimen para realizar la inspección ocular y proceder al levantamiento del cadáver, bajo la dirección de Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Tudela. El cuerpo fue trasladado al Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Pamplona para realizarle la autopsia.POLICÍA FORAL, EN LA ESCENA DEL CRIMEN

Asesinada una mujer en la localidad navarra de Murchante

Asesinada una mujer en la localidad navarra de Murchante

"UNA MUJER SIMPÁTICA Y DULCE"

María Pilar Berrio Jiménez era una mujer "muy simpática, queredora y dulce" tal y como la definen todos aquellos vecinos y personas que la conocieron. Nacida en Vitoria en 1978 había pasado por numerosos domicilios en los últimos años, algunos de los cuales fueron cerca de Estella, Tudela y finalmente Murchante, donde residía desde 2017 en el Paseo de Saldemonte, una zona de promoción de chalets en la pequeña localidad ribera (de unos 4.100 habitantes) que tras quedar abandonada hace años fue transformada en viviendas de alquiler social. En muchos de estos lugares recibió la renta garantizada. María Pilar, cuya madre residía en Monteagudo, vivía sola con sus dos hijos de 5 y 9 años que acudían al colegio público de Murchante. Apenas hace cuatro meses se había sacado el carnet de conducir, por lo que el coche en el que fue asesinada lucía la L.

La mujer asesinada no había presentado ninguna denuncia por malos tratos en el Equipo de Atención Integral de Violencia de Género de Murchante, aunque sí habían avisado a la Policía Foral en numerosas ocasiones por incidentes relacionados con el presunto homicida. Los vecinos definieron a esta persona como "flaco, pequeño y de melena" y eran conscientes de que había generado numerosos problemas tanto en comercios como en el entorno de la vivienda.

Alguno de sus vecinos en Tudela, donde residió hace años con otra pareja en el entorno de la iglesia de La Magdalena en el Casco Antiguo, hablaron de ella como una persona que no tenía mucho arraigo donde vivían ni una red familiar muy apiñada pero "muy agradable y simpática" pero que no solía tener buenas compañías.

DETENIDO EN 1998 POR UN ASESINATO EN GIPUZKOA

El supuesto autor del crimen de Murchante, Pedro María Ruiz Jiménez, de 41 años y vecino de la localidad guipuzcoana de Zumarraga, fue detenido en 1998 por el asesinato de la empleada de una gasolinera situada en Ikaztegieta (Gipuzkoa), junto a otras dos personas, entre ellas el presunto autor material de los hechos. Los tres fueron absueltos por un jurado popular por falta de pruebas.

Tras el asesinato ocurrido en la mañana de ayer la Policía Foral participó los hechos a la Ertzaintza, que desplegó o un dispositivo de vigilancia en el domicilio familiar del principal sospechoso, situado en la localidad de Zumarraga. Aunque en algún momento de la tarde se pensó que se encontraba refugiado en la vivienda, finalmene se descartó.

Fuentes policiales consultadas califican al supuesto autor del crimen de Murchante como "peligroso". Además de constarle numerosas denuncias por tenencia de armas prohibidas, Pedro María Ruiz Jiménez fue detenido por la Ertzaintza en 1998 por la muerte de la empleada de una gasolinera en octubre de 1997, que recibió un disparo de escopeta. En 2000 fue juzgado en San Sebastián junto a una mujer y al supuesto autor material del asesinato. El jurado popular halló no culpables a los tres acusados, que se negaron a declarar en la vista.

TRES DÍAS DE LUTO

Una de las hermanas de María Pilar Berrio depositó ayer un ramo de flores en el lugar donde murió salvajemente asesinada junto a sus dos hijos. Begoña Berrio se acercó hasta allí junto a mujeres de colectivos feministas que le acompañaron, mientras amigas de Pilar y de sus hijos se abrazaban. El acto tuvo lugar tras la concentración silenciosa a la que asistieron más de 500 personas de Murchante para rendir homenaje a su vecina, María Pilar Berrio, asesinada ayer miércoles.

LA PRIORIDAD, LOS HIJOS