Tejer alianzas fue uno de los leitmotiv del Foro Sanidad. Un sector en Innovación y Evolución, organizado por el Grupo Noticias. María Angeles Ibarrondo, directora de Investigación e Innovación del Gobierno vasco, Nicolás Guerra, director general de las clínicas IMQ, Asier Albizu, presidente del Basque Health Cluster y Tatiana Suarez, gerente de Fomento de I+D+i de Faes Farma, coincidieron en la necesidad de la colaboración. “Hemos estado todos a una como se ha visto con las vacunas anticovid, aunque haya habido unas que han salido, y otras que no, pero se han mantenido las sinergias”, dijo Ibarrondo.

A juicio de Albizu, “hay que reforzar la industria de la salud de kilómetro cero porque es el momento de intentar mejorar la cercanía”. Todo ello sin olvidar el aspecto de la innovación que “es clave para aprovechar toda la cadena de valor”. “La industria de salud es una parte muy importante del PIB, y si seguimos apostando por una industria potente se seguirá generando bienestar”. “Tenemos una oportunidad única para generar un ecosistema sanitario fuerte en Euskadi”, destacó. En su opinión, “no hay que confrontar lo público con lo privado porque es todo un quid pro quo”.

Una idea que compartió plenamente Guerra desde su posición en el IMQ. “Las bondades de la colaboración público-privada han sido posibles gracias a una buena planificación. “La crítica es que nos hace falta una evaluación del desempeño. Que podamos corregir y analizar nuestros indicadores porque hay cosas que son mejorables”, señaló. En este sentido, reivindicó el concierto de prestación de servicios y la colaboración pública privada. Y citó como ejemplo un robot tecnológico que compite con el Davinci y que ya ha realizado su primera intervención en Cruces.

Todos ellos resaltaron, sin embargo, las dificultades que presenta el ámbito regulatorio sobre todo para compartir datos clínicos que podrían ser muy relevantes para desarrollar terapias, o diagnósticos. “La regulatoria complica que algunas cosas lleguen al paciente. Los datos son oro pero como es una información muy sensible hay que definirla bien”, precisó Ibarrondo.

“El IMQ quiere que la historia clínica sea compartida para facilitar la interoperabilidad y que el ciudadano vasco pueda tener sus datos igual en un centro público que en un centro privado”, indicó Nicolás Guerra.

Investigar y a la vez proteger al paciente es el sancta sanctorum de Faes Farma. “Aunque nuestra premisa es investigar y desarrollar producto, con una clara vocación de internacionalización, el tema de los datos del paciente, con la protección debida, es imprescindible”. Asimismo puso sobre la mesa iniciativas de proyectos colaborativos para poder usar esa información. Siempre, con un denominador, común, “aprovechar el talento joven”, afirmó Tatiana Suárez.

Unas intervenciones que resaltaron que es “imprescindible que haya colaboración público-privada ahora más que nunca” porque la clave es alinear objetivos.