El presidente de Bilbao Dendak, Rafael Gardeazabal, no tiene ninguna duda: Su peor momento personal de este año ha sido cuando el 16 de septiembre reunió a los empleados de Derby, -la tienda de moda masculina que regenta-, para comunicarles que la persiana del negocio cerraba este año para siempre. "Para mí fue un momento muy duro, creo que si no el peor, de los peores de mi vida", confesó a DEIA.

Sumergido en la campaña navideña, Gardeazabal pone fin a una etapa que describe como "dulce" y que ha marcado sin duda la trayectoria de una familia dedicada durante décadas al sector comercial en la villa, todo un referente de la moda masculina en Bilbao. "Por un lado me siento aliviado con la decisión, pero no voy a negar que también me siento raro, triste". Estos días son muchos los clientes de toda la vida que se pasan por la tienda para despedirse. "Hay gente que ha conocido a mi aita y ahí afloran muchos recuerdos", añade. La tienda ha atendido a su clientela y respondiendo a todos sus compromisos hasta el 31 de diciembre, fecha en la que ha cerrado para siempre sus puertas, poniendo de este modo punto final a una trayectoria que se inició en 1948 en el Casco Viejo de Bilbao, más concretamente en un local de la calle Correo, para pasar a ocupar desde 1965 las actuales dependencias.

Gardeazabal explicó que la decisión estaba madurada y que prefería. Un cierre para minimizar las pérdidas y evitar situaciones traumáticas que pudiesen afectar negativamente a empleados, clientes y proveedores". "Podríamos haber continuado, pero para qué? ¿Para terminar con deudas y sin poder indemnizar a los empleados?".

Pero esta pandemia también ha hecho, en opinión de Gardezabal, que aflore la fortaleza de muchos comerciantes que lo están pasando realmente mal porque sus negocios están en la cuerda floja. "Me parece increíble la fuerza que demuestra la gente para seguir con sus negocios abiertos. Hay un montón de negocios que han pasado meses sin factura y a pesar de todo continúan trabajando para sacar a flote sus negocios". Para Rafael Gardeazabal la palabra del año para él es resiliencia: "Cuando ves que no te entran ingresos y que pese a todo siguen con ilusión buscando fórmulas para no cerrar eso es increíble. Es admirable. Eso es lo bueno de 2021", concluye.

"En esta pandemia he visto a negocios que a pesar de no facturar nada siguen reinventándose para continuar"

Pte. BilbaoDendak