La fase de desescalada del confinamiento está cada vez más cerca. La tercera prórroga del estado de alarma finalizará el próximo 9 de mayo y a partir de ese momento, según adelantó Pedro Sánchez durante el último pleno del Congreso, se irá suavizando progresivamente y de forma asimétrica en cada territorio.

Aunque antes, los niños y niñas de hasta 14 años serán los primeros en poder salir a la calle. ¿Las reglas? Podrán pasear y jugar como máximo a un kilómetro de casa, durante una hora y acompañados de un adulto con el que convivan. Así, el resto de población deberá esperar hasta la segunda mitad del mes de mayo. Ese será el punto de partida de la desescalada y el comienzo a la "vuelta a la normalidad".

Sin embargo, Sánchez no cerró la puerta en el último debate a seguir aliviando las medidas a lo largo de estas semanas. Prueba de ello es que a la tercera prórroga del estado de alarma permite la posibilidad de introducir nuevas medidas de alivio en el confinamiento. Así, ha habilitado al ministro Salvador Illa a dictar instrucciones que podrán ser diferentes en función de los territorios con respecto a las limitaciones actualmente vigentes sobre los desplazamientos permitidos, actividad comercial y la apertura de negocios, bares y restaurantes, y lugares de ocio y cultura.

Pero para poder vislumbrar un futuro que se acerque a "la normalidad" se deberán cumplir tres puntos fundamentales según Fernando Simón: garantizar que si hay un repunte de casos el sistema sanitario es capaz de absorberlo; hacer un seguimiento estricto de los posibles positivos; y tener la capacidad de detectarlos de forma precoz y controlar cada caso. "Si podemos garantizar estas condiciones, se empezará a plantear una transición", aseguró.

Para llegar a esa fase es necesario que el número de reproducción esté "por debajo de 1". Y es que es el R0 el que indica el número de personas a los que un positivo en coronavirus puede contagiar. Cada territorio presenta unos datos distintos, por lo que la desescalada dependerá de la situación de cada uno.

De hecho, las diferencias actuales son notables: mientras en Cantabria se sitúa en 1,23; en Madrid es de 1,13; en la CAV el dato desciende hasta 0,94 y en Navarra, a 0,97, por lo que estas dos últimas entrarían dentro del grupo idóneo para comenzar la fase de desescalada si se mantiene el dato.

Y no solo dentro de las comunidades autónomas se ven datos tan heterogéneos. Euskadi es muestra de ello. Mientras que municipios como Azpeitia no registran apenas casos; Bilbao, Barakaldo o Gasteiz se sitúan en cabeza. Por eso, se baraja que dentro de cada comunidad autónoma se diferencie también por territorios e ir a distintas velocidades de desescalada, ya que la realidad que viven cada uno de ellos no es la misma.

Nekane Murga, Consejera de Sanidad de la CAV se mostró convencida de la efectividad de abrir distintos escenarios dependiendo de la evolución de la incidencia del Covid-19: "Desde el inicio nosotros ya abrimos diferentes escenarios y pusimos medidas diferentes en Álava, Vitoria o en algún municipio, y siempre hemos considerado que esta es la forma de trabajar", apuntó. Por lo que parece seguro que el ritmo de la desescalada no ocurrirá en bloque en toda la CAV.

Estudio de seroprevalencia

Aunque sigue sin conocerse exactamente que día será cuándo se empiece a testar a la población para saber la prevalencia de la infección por el coronavirus y conocer el número de personas que están inmunizadas, parece seguro que será la semana que viene.

El estudio será fundamental para estipular las medidas de una futura desescalada del confinamiento. Y es que según ha asegurado en diversas ocasiones el Ministerio de Sanidad, los resultados que se obtengan a partir de esos tests ayudarán a comenzar a plantear las medidas para la fase de desescalada. En total, se hará la prueba a alrededor de 30.000 hogares de todo el Estado, y el objetivo es conocer cuanta gente está contagiada, sana o es inmune a la enfermedad. Así el Gobierno de Sánchez ya anunció en el debate del Congreso que todas las medidas que se tomen dependerán de la evolución de la pandemia, previendo que habrá "errores y rectificaciones", y dejando la puerta abierta a una marcha atrás de todas las medidas que presente el Ejecutivo.

Plan de desescalada en la CAV

Mientras, las Comunidades autónomas preparan su propio plan de desescalada. En el caso de la CAV por ejemplo, el Gobierno vasco quiere permitir del deporte al aire libre de manera individual y con limitación de tiempo. Lakua propone, además, la apertura escalonada de pequeños negocios a partir de la semana que viene. Asimismo, el plan de desescalada también prevé un aumento de la actividad industrial, ya que como destacan, estas semanas se ha visto que "es posible compaginar trabajo y salud".

En lo que a fiestas y iniciativas socioculturales programadas para verano, habrá que esperar hasta el 10 de mayo para conocer las condiciones para poder celebrar algunos eventos, aunque como aseguró el Gobierno vasco el jueves, son conscientes de que "muchos" no podrán realizarse.